Cómo ya sabéis, y si no es así ya os lo explico ahora, colaboro desde hace años con el Colegio Oficial de Agentes Comerciales de Barcelona (COACB). Por un lado, soy miembro de la Junta de Gobierno y; por la otra, realizo tareas comerciales. Es decir, desde hace más de catorce años soy la comercial del Colegio de Agentes Comerciales. 🙂

La experiencia me permite sacar conclusiones sobre qué es lo que motiva a una persona a darse de alta a nuestro Colegio. También os tengo que decir que normalmente vienen por un motivo en concreto y después se quedan por todo lo que descubren. Parece un eslogan malo de un anuncio corriente, pero es muy cierto: vienen por un motivo y se quedan por todo el resto.

En primer lugar, hay las personas que se dirigen al COACB porque buscan oportunidades. Son personas que quieren hacer cambios: ya sea cambiar de empresa, hacerse autónomos multicartera, empezar a trabajar como agente comercial, etc. Para ellos tener acceso a una bolsa de trabajo, la entrada a Ferias profesionales gratuitamente y asistir a actos de networking tiene mucho valor.

En segundo lugar, hay agentes comerciales que ya están ejerciendo y vienen por el asesoramiento gratuito: ya sea porque tienen miedo a una inspección fiscal, porque quieren un abogado que les revise los contratos y los asesore o porque quieren disfrutar de los beneficios únicos en las deducciones del IVA e IRPF.

En tercer lugar, también hay personas que se sienten atraídas por los descuentos que ofrecemos y les sale a cuenta darse de alta. Normalmente son agentes que se mueven mucho y que sacan partido a los descuentos de Vueling, Saba, Solred, etc. En este grupo también hay quién se colegia para tener acceso a despachos profesionales sin coste. Además, también se pueden desgravar de su declaración el 100% de la cuota colegial anual.

En último lugar, pero no menos importante, hay quién se colegia por el sentimiento de pertenencia o por imagen. Personalmente, me hace mucha ilusión cuando alguien se da de alta porque su padre siempre había sido colegiado. Este relevo generacional que se produce ya trae implícita la colegiación. A nivel de imagen también es importante: no es lo mismo estar colegiado que no estarlo ante una empresa para la que quieres trabajar. No es lo mismo quedar con un futuro cliente o proveedor en una cafetería de un hotel que en un despacho gratuito de nuestro edificio. Para el colegiado no tiene ningún coste y, en cambio, gana mucho a nivel de imagen.

Como ves, siempre hay una buena razón para colegiarse. Y ahora, te doy otra más: si te das de alta durante el mes de noviembre, el alta te sale por 96€ (con cuota mensual incluida). Si quieres que hablemos, sólo me tienes que escribir o llamar. Estaré encantada de atenderte. Y recuerda, que estar colegiado profesionaliza nuestro trabajo 🙂